sábado, noviembre 07, 2009

miércoles, noviembre 04, 2009

Fotografía y la Falsografía en Tehuacan 2

Por: Rodrigo Santiago Hernández, fotógrafo
Falsografias históricas
El maleficio de la duda esta presente durante toda la historia de la fotografía (y de la sociedad , creo yo).
Esforzarse en determinar cual foto iconográficamente aceptada y asimilada por su aspecto inicial tiene su valor desde que se le mira, es casi como una tarea antropológica, arqueológica en algunos casos y que puede incomodar a mas de muchos que no se someten al rigor de la investigación ni de la verdad histórica.
Acostumbrados que estamos a la iconografía de la imagen, nos cuesta aceptar que el objetivo del impacto de cualquiera de estas imágenes no es el mismo a la realidad, o a la ficticia realidad que nos cuenta esa imagen, siendo así, la realidad histórica ofrece además de letras, imágenes icónicas que también deben de estar sujetas al escrutinio publico, así como cuestionamos escritos prehistóricos (sic), investigaciones y libros, lo debemos hacer con las imágenes, ya que como se sabe no hay garantías de que las fotos históricas tengan también en su origen esa premisa: La historia la escriben los vencedores, yo me sumo a la corrección de esta premisa: La historia la escriben los asesinos.
Sin vencedores ni asesinos o con todo y ellos, la fotografía documental marcó momentos históricos que no la excusan de haber sido montajes escénicos o de cuarto oscuro (el photoshop antiguo para los mas chavos), es así que la historia gráfica se reforzó interpretativamente (ósea documentó según intereses especificos) hechos supuestos o confirmados de los tiempos modernos y sus avatares, de sus guerras y depresiones, de sus conquistas y sus logros, de su tecnología y su pasado, pero la foto misma como tal enfrenta la inmediatez como medio para obtener su certeza y hay fotos que en su inmediatez lograron ser iconográficas pero que ahora enfrentan el escrutinio que las exhibe como muy posibles falsografías.
Robert Cappa es uno de los mas iconográficos nombres en la foto mundial, pero creo que sus imágenes lo son mas, por esa, si aquella imagen icono de la guerra civil española que durante muchos años le dijo al observador tantas cosas y a los fotógrafos otras mas, el incluso sin referirse a su propia foto advirtió a los jóvenes fotógrafos: “si no te gusta tu foto es que no estas demasiado cerca”, algo así menciono sin saber que el escrutinio lo alude ahora a su propia foto y frase (fotos tiene muy buenas como la clásica del desembarco militar en Normandia).
El asunto es que ahora el fotógrafo enfrenta, sin estar presente un escrutinio que ha merecido desde cientos de blogs de fotografía, incluso hasta un documental centrado en la foto del miliciano caído, o justo cuando se convierte en caído (¿como saber si la bala que te entra por la cabeza te hace moribundo o muerto o héroe; al mismo tiempo?). Se le acusa de que la foto fue un montaje en un día de descanso con soldados que fingían morir o ser abatidos y que el soldado de la foto tuvo su muerte (supersticiosa según los indios) unos días después a la toma de esa foto.
Como es de esperarse los mitos históricos son difíciles y esta aclaración tan molesta para todos los que gustamos de la fotografía, no ha prosperado, sin embargo los blogeros entusiastas que últimamente se perfilan como verdaderos portavoces de la verdad mediática al no estar en las nominas corporativas; ofrecen pruebas tales como los mismos periódicos anarquistas de la época que certifican los hechos. La esposa y otros reconocidos fotógrafos contemporáneos de la pareja fotográfica lo han refutado con su silencio, además de influir en la decisión de Mágnum (la agencia de Cappa) de no contribuir a la aclaración.
Esto pasa siempre, en Flickr, Tuiter, youtube y demás espacios de exhibición de imágenes cuando se usa el titulo o pie de foto para reafirmar la intención de la imagen, solo que esta moderna inmediatez deja el escrutinio formal en una condición banal y efímera, pero con una efectiva reacción de los usuarios ante fraudes, montajes, fakes o malos remakes, es decir en la pluralidad de la web caben opiniones y hasta repudios ante la imagen que no brinde certeza de su origen o verdad sobre lo que cuenta, en el stablishment fotográfico no.
Ahora con tantas cámaras digitales, en teléfonos y demás gadgets, con la superpoblada web llena de imágenes, con ese ejercicio inconciente de subir fotos y video a la red sin conciencia de impacto y paradójicamente fortaleciendo al mismo tiempo un subconsciente visual colectivo; en esas condiciones pues el efecto de una foto histórica enfrenta también a su propia razón de ser: su inmediatez.
La web confronta a lo histórico, a lo documental, supliendo la memoria por el efecto amnésico, aportando pruebas documentales de el nuevo estilo de vida pero poniendo a prueba incluso a las mismas agencias, esas que antes instituyeron el respaldo visual del globo y mostraron atrocidades de primera mano y que como National Geografic documentan logros tecnológicos como antropológicos atrasos, esas que promovieron el escrutinio y pero que al mismo tiempo censuraron lo diferente. Google se agandalló como el dueño de la información global:
¿a quien la compró?
La información ahí estaba y ellos la han tomado cual nueva biblioteca de Alejandria, mas allá de lo ético, vemos lo impresionante de la cantidad, en este caso de imágenes que pueblan la red (solo Flickr ha llegado apenas a los 2 mil millones, se suben entre 2 y 5 millones diariamente) en solo unos años los archivos de fotógrafos documentales y científicos de la NG fueron superados en un 2500 %, Ahí esta una reflexión importante acerca de la fotografía actual y su formalidad.
El asunto es que la imagen, foto y video actualmente nos condiciona paradójicamente Porque tenemos mas medios para exhibir y menos efectos para responder, la imagen actualmente se digitalizo para alcanzar niveles de exposición increíbles pero tan desechables o caducas como lo es la internet.
Acervos fotográficos, Corrientes y corrientadas en Tehuacan
En Tehuacan la fotografía tiene exponentes bien validos como el mismo Joel Merino, foto reportero famoso por ser uno de los golpeados en cumplimiento del deber, otros como Gastón de la Luz quien ha recogido las imágenes de su comunidad con mas entusiasmo que rigor documental, Juan Manuel el único que se ha enfocado en la biodiversidad de la región con algunas aspiraciones científicas, entre otros fotógrafos que a pesar de ser dueños de mejor técnica han sido relegados por el establisment cultural de este pueblo a solo ser fotógrafos y no “artistas de la lente”. Además de otros trabajos mas aspiracionales con fotografías que por su clase buscan mas exponer al “poeta de la imagen” que contar o exponer contextos o compromisos visuales, sin embargo con ellos y con otros, diseñadores y estudiantes, fotógrafos independientes, aficionados, pasteleros, etc. no se ha formado una colectividad grafica que impulse pues una tradición fotográfica en la región, que cree acervos gráficos públicos que impulse la capacitación y formación de nuevos fotógrafos y que promueva el rescate visual como parte de la historia del pueblo incluso revisando las imágenes locales y sometiéndolas al escrutinio. Si ha habido intenciones, solo se quedaron en eso.
Aunque lo anterior suena exagerado ya que solo en lugares y academias progresistas se hacen estos ejercicios, es valido proponerlo para Tehuacan en donde demasiados fotógrafos usan su entorno, ya sean locales o foráneos, ya sea para exponer egotecas o retratar falsas tradiciones, para filmar (que es fotografiar a fin de cuentas) comerciales de Gatorade o películas y cortos, incluso documentales, algo tiene este paisaje y su contexto que lo hace icnográfico, algo le aportan los políticos y sus resistentes que lo hace indicial. La realidad y el pasado, su biodiversidad y contexto social de Tehuacan tienen ahora mas herramientas para contarse, pero menos ganas de documentar y sistematizar por culpa del ego.
Si el fonca o CONACULTA o quien sea que haga lo que estas instituciones hacen, dejaran de formatear los pedidos artísticos, de institucionalizar el arte; muchos artistas de la lente o poetas de imagen, fotógrafos pues para que nos entendamos, dejarían de buscar el reconocimiento iconográfico de sus fotos (o pinturas, o poemas, o cuentos…) en el Estado Icultural y reencontraríamos el valor ético y hasta poético en formar o dejar que se formen públicos fotográficos sin pedagogía ni acarreo, sin pedantería, solamente mostrando imágenes identificables, congruentes ya sean documentales o ficticias.
La foto sigue pues para mi parecer enfrentándose a esta paradoja de ser producto de una cámara inerte operada por una mirada pero que no culmina hasta no ser vista por otra… y ahora con tantas imágenes saturándonos, con tanto agandalle visual ensordeciendo conciencias parece que estamos ciegos ante lo esencial…