sábado, septiembre 15, 2007

Cuestion de Pantalones


Todo el mundo usa jeans, o pantalones de mezclilla, actualmente casi cualquier persona de cualquier lado y condición tiene unos jeans, se han impuesto como uniforme oficial en algunas empresas y hasta en algunas escuelas se han considerado. Los infortunados que tuvieron que hacer el servicio militar ya sea voluntaria o involuntariamente los usan en sus faenas y asi puede haber mas ejemplos innecesarios para demostrar el uso masificado de esta indumentaria.

La historia de los jeans tiene un trayecto conocido y cercano a cualquier chavo, es asi que sabemos que fue la indumentaria favorita de personajes que permearon a los ahijados de la tele, desde el chavito de los años maravillosos, pero tambien de Peter Parker y otros personajes que nos impusieron como iconos de lo alivianado y hasta heroico (menos el acartonado Clark Kent que usaba traje de aboganster encima de su expandex rojiazul).

Ya los mayores se acordaran de los jeans como la indumentaria de trabajo obligada para los mineros, los vaqueros y obreros de las acereras, sin haber hecho una investigación formal encontre que antes de la revolución industrial ya existian estos pantalones y eran usados por los gambusinos en su fiebre del oro y aventuras y demas motivos para la generación de la industria de las peliculas; pero esto tambien lo sabe cualquiera que haya comprado unos Levi´s (originales, eso si!) y haya leido el folletito que los acompañan.

Una imagen arquetipica del “trabajo rudo” se instituyo con los overoles que dejaron las granjas del sur profundo de EU para instalarse en las ciudades como una indumentaria popular, esto aun es el recurso habitual de las campañas publicitarias de estos jeans y productos de mezclilla: relacionar los jeans con el trabajo arduo y la rebeldia; esto ultimo porque la moda a traves de sus aliados comerciales como el cine y ahora la tele impusieron estereotipos a seguir, asi fue que en los 50´s James Dean se los puso a sabiendas (e intencionalmente) de que la sociedad republicana establecida en los suburbios los consideraba como indumentarias de una clase inferior (tal ves para blancos del sur que si cometian los actos que ellos calladamente aprobaban). La rebeldia iconografica se socializó con el uso de estos jeans remangados y sin deslavar ahora vestirse como obrero era rebelde para la clase media alta de esta sociedad estadounidense que impuso (y no pararon) modas, modos y modales.

Los amigables hippies colaboraron en la historia de estos jeans cuando con desfachatez y divertimento decoraron su propia indumentaria y nos recordaron asi que las comunidades originarias siempre fueron responsables directas de su indumentaria, aquí mismo en México y actualmente en muchas comunidades indigenas confeccionan su propia indumentaria y lo hacen entre otras cosas para distinguirse de otras tribus. Por su parte las tribus urbanas han tambien definido su indumentaría desde la epoca, a la que una amiga de 22 años se refiere como los entrañables 60´s sin haberlos vivido. Los punks, darks, cholos y demas chundos empezaron diseñando y manufacturando su propia vestimenta, modificandola para hacerse de una identidad al igual que las antiguas tribus, pero con el tiempo las cosas cambian y y por muchas cosas como el mismo tiempo y su valor nada relativo ahora son estos mismos miembros tribales modernos que ya han dejado (no todos, aun da gusto encontrarse con esos fachosos autenticos arqueologos de closet o ropero) de participar directamente en el diseño de su propia indumentaria.

La historia de los jeans se ha modificado drasticamente y es ahora que se conocen las muchas historias que tejen la mezclilla y que estan distantes de ser aquellas que rebasaron a la topeka e impusieron el el bue jean en aquellos entrañables y televisivos años maravillosos donde los Black Panters con sus blue jeans tambien, eran golpeados pero no salian a cuadro. Los hippies creativos y vistosos tambien lucieron sus jeans y legaron mas que eso a la actual sociedad de consumo ya que hay muchos hippies quienes siguen saliendo a cuadro como socios mayoritarios de NIKE y otro como dueño de Microsoft, amando al mundo libre desde sus monolpolios y maquiladoras.

Y es que en el mundo de hoy, de las corporaciones y el mercado global las tribus se actualizaron y dejaron de diseñar sus propios jeans, de adecuarlos a sus necesidades e identidades, ¿para que romperlos al estilo trash metal? si ya un obrero lo hace para que comodamente los usemos sin tener ese gusto (que algunos tuvimos absurdamente) de romper tus propios pantalones. ¿Para que avejentarlos con el uso callejero en juegos de canicas y futbol? (ahora ni eso juegan); si un obrero sin condiciones minimas de seguridad lo hace por poca paga y usando quimicos innombrables. Los pantalones cholos ahora se encargan a GAP y sus diseñadores responden al mercado del East L.A. haciendo bolsillos tamaño UZI, 38 especial y hasta escopeta. Los estoperoles punkeros ya vienen incluidos con todo y la vista de las señoras que nos trajeron a sus hijas de tan lejos a las maquilas, ellas los deshebran por 30 centavos, sus hijas cosen 2,500 pantalones diarios por 500 pesos semanales, tu los compras en 1,000 pesos y los usamos ya sin conocer de fondo la historia manoseada de esta indumentaria, si alguna vez fueron vestimenta que simbolizó rebeldia, ahora nos la venden (porque la compramos) con la marca “rebelde” de televisa, si antes fue iconograficamente la vestimenta de una clase obrera, ahora es esa misma clase que se queda sin aparecer en la pasarela de la moda y el consumo con todo y sus derechos laborales violados a pesar de estar tan cercanos los maniquies de Beyonce o Mariana Seoane que lucen estupendamente sus jeans y sus fans que tambien son obreras que fabricaron esos jeans y que no podran comprar con sus sueldo de costureras el disco original de alguna de estas”artistas” de la pasarela; son las historias que hay detrás de cualquier objeto de consumo y el desinteres en saber como se fabricó el producto.

Asi que ahora le hemos encargado a trasnacionales cuando hay dinero para pagarles y a piratas de la confección cuando no lo hay, el diseño de nuestra indumentaria historicamente favorita, ahora los jovenes rebeldes se enfundan en los dictamenes de la moda televisiva, rebeldes de televisa y por lo tanto nada “autenticos y originales” como aseguran ser los jeans Levi´s.

“Atreverse a ser rebelde y no seguir a los demas” es la lamentable estrofa que ningun poeta decente escibio pero que las nuevas generaciones tararean (taradean) sin fijarse que se visten igual que todos los demas, piensan y consumen en el mismo sentido y son parte entonces de los problemas que implican las historias que tejen la mezclilla.

El tejido social de muchas comunidades donde la manufactura de jeans se ha convertido en la principal actividad tiene el destino comprado por muchas causas ya conocidas y muchas de sus soluciones dependen en una parte en la manera de comprar estos jeans.

Las historias de explotación laboral se han contado muchas veces, aquí en Maquilatitlan (Valle de Tehuacan) todos tenemos un familiar trabajando (o hemos trabajado) en una maquiladora, estas historias las viven unos y no las reconocen otros.

Pero hay otro capitulo en la historia de los jeans, uno que involucra a los campesinos los que sin darse cuenta y talves sin querer dieron a sus hijos para que fabricaran nuestra “rebelde” indumentaria y se quedaron solos en una tierra reseca y antigua que cobijo al maiz antes de que le llamaran asi. Estos campesinos y algun joven de California o Monterrey tienen en comun el intenso contacto con la moda, solo que estos ultimos la visten y los campesinos la sufren, ellos riegan con los residuos de las lavanderias sus milpas que contienen quimicos que estan prohibidos en paises que consumen jeans de marcas prestigiosas, las sedes de estas marcas estan ahí en estos paises, ahí cumplen con sus leyes ambientales y deodorizan sus pasarelas, pero aquí no solo lavan los jeans para quitarles el sudor de la explotación,tambien lavan sus conciencias (si es que las corporaciones la tienen) y su imagen y definen los nuevos estilos y diseños que imponen los diseñadores a traves de sus maniquies como Beyonce, Jessica Simpson o los mexicanos de RBD usando millones de litros de agua diariamente, explotando a cientos de obreros que viven en colonias sin agua potable y tirando sus residuos en los campos de cultivo, dejando esterilidad en unas tierras olvidadas por el pais que mastica tortillas de Maseca-Dupont mientras mira su aparador electronico de consumo.

Los jeans ya no cuentan esas historias de vaqueros de pelicula, tampoco son los emblematicos pantalones de generaciones revolucionarias y, si antes se les relacionaba con el trabajo y la rebeldia, ahora solo podria relacionarse al trabajo insalubre y mal pagado, con malos tratos y sin libertades minimas para defenderse que tienen en las maquiladoras los y las obreras que los cosen.Y la rebeldia que aun existe fuera del espectro televisivo y manipulador la contienen los obreros que dignamente se defienden de las practicas de explotación y buscan la libertad sindical.

Los jeans seguiran estando de moda a pesar de que otras modas pasen, pero lo que no se puede permitir despues de que ya se le permitio demasiado a las grandes corporaciones y a sus aparatos de consumo es que se ponga de moda la explotación laboral y la contaminación que esta genera como esta sucediendo.

Como consumidores se le podria encargar a esos diseñadores pantalones menos contaminantes y a esos empresarios decirles con acciones que no compraremos pantalones que hayan sido fabricados en malas condiciones humanas y esto ultimo no quise escribirlo por el gasto de teclazos y que se vuelva letra muerta, no esta por demas me dije despues, pero recorde lo que un joven preparatoriano y consumidor de jeans, falso rock, televisión y celulares me contesto a proposito de estas fiestas, cuando le pregunte si conocia a un heroe de la Independencia de esta no tan Suave Patria, me respondio con naturalidad y expresión de obviedad: Porfirio Díaz, asi que no espero mucha respuesta a esta invitacion a la reflexión y al consumo responsable.

Larga vida a los jeans….
R. S. H. 2007